Hay frases que de tanto repetirse corren el riesgo de convertirse en lugar común, perder su sentido y tornarse palabrería hueca, demagogia pura, cuyo objeto es marear a quienes la escuchan, para ocultar una realidad que se desarrolla en sentido inverso a los vocablos que pretenden definirla. En el contexto de Morena y su conversión en partido político, existe una frase que corre este peligro y que es repetida una y mil veces por dirigentes y militantes: “Morena debe ser un partido diferente”. Parapeto discursivo o férrea convicción, en un futuro esta frase habrá de referirse a un logro histórico o sumarse al infinito caudal de mentiras que han hecho de la política mexicana un muladar.
En lo personal, estoy convencido de que para que Morena se convierta en factor determinante para rescatar a México y recuperar su futuro de nación libre y soberana; justa y generosa con los hombres y mujeres que la conforman: ¡Morena debe ser un partido diferente!
Soy sólo uno más de los cientos de miles de ciudadanos de a pie que han dado forma y vida a este movimiento, que ahora, a paso veloz y decidido, se apresta a convertirse en partido político. Por ello, me alegro que el domingo 17 de marzo, en el Segundo Encuentro de Análisis y Debate de la Militancia de Morena D F (Lo que Pasó y lo que Viene), en una de las mesas en las que se debatió sobre el tema “¿Cómo elegiremos a nuestros candidatos?”, uno de los puntos más importantes de su resolutivo, haya sido enviar una carta al mismísimo Andrés Manuel López Obrador, para que se abstenga de candidatear a quien él considera los personajes idóneos para competir por los cargos de elección popular.
Los compañeros citaron los casos de Campeche y Sonora, donde AMLO propuso a Layla Sansores y a Ana Gabriela Guevara como candidatas para contender por Morena a las gubernaturas de esos estados. Categóricos, en su resolutivo afirmaron: “Las candidaturas deben ser decididas por la militancia, no por López Obrador”.
Un día después, al terminar su intervención en la presentación de Neoporfirismo, Hoy Como Ayer, el último libro de Andrés Manuel, el doctor Lorenzo Meyer cuestionó al líder. Mencionó que para terminar con el porfiriato fue necesario un movimiento armado. Y luego se preguntó, le pregunto a Andrés Manuel, nos preguntó a todos, si realmente un movimiento pacífico sería capaz de derrocar al neoporfirismo.
El domingo, militantes de a pie decidieron enviar una carta a López Obrador para que se abstenga de candidatear a nadie. El lunes, un intelectual brillante y conocido, que ha apoyado con decisión al movimiento, le planteó una pregunta respecto a la efectividad de nuestro método de lucha. Ambas posturas, la surgida de la base anónima y la del connotado historiador, me parecen que son positivas y bien habrán de servirnos para que Morena sea realmente un partido diferente.
Por @Vegdelanoche
Nota editorial leída el 18 de marzo de 2014 en #LosAtractivosDeLaNoche, programa de radioamlo.org, que se transmite los martes de diez de la noche a una de la mañana.
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