A 20 años del Tratado de Libre Comercio, quedan en evidencia las falsas promesas de más y mejores empleos, de crecimiento económico y desarrollo social, Por el contrario, con esa apertura indiscriminada de fronteras, que se firmó durante el gobierno de Carlos Salinas de Gortari, se desmanteló al campo y a la industria nacional y se desplomó la tasa de empleo. Lo único que creció en el país fue la pobreza, sostuvo Pedro Villegas, presidente del Centro Nacional de Promoción Social (Cenpros).
Durante la era del Tratado de Libre Comercio el gobierno federal impulsó el desmembramiento de los sindicatos y fomentó la contratación por honorarios, con lo cual debilitó a la organización de los trabajadores, para despojarlos en la práctica de los derechos que se habían conquistado desde la revolución de 1910, como el Seguro Social, el derecho a la vivienda, a la educación pública, gratuita y laica, el derecho a las vacaciones, al día semanal de descanso, entre otros. destacó en entrevista durante la transmisión del programa Frecuencia Laboral: El Espacio donde los Trabajadores son la Noticia.
“Actualmente 7 millones de la población mexicana percibe menos de uno y hasta un salario mínimo. 12 millones percibe de uno a dos salarios mínimos y 10 millones de trabajadores gana de dos a tres salarios mínimos…y proliferan los empleados contratados bajo el esquema de honorarios, sin empleo fijo”.
Durante los 20 años de Tratado de Libre Comercio se violaron sistemáticamente los derechos laborales conquistados, para finalmente impulsar la reforma a la Ley Federal del Trabajo en el 2012, con lo cual el gobierno federal legalizó la eliminación del derecho al empleo digno y instauró la precariedad laboral. En eso se resume el Tratado de Libre Comercio.
“La escalada de trabajadores por honorarios y servicios profesionales ha ascendido a 10 millones de mexicanos. Lo paradójico es que entre los argumentos para reformar la Ley Federal del Trabajo, el gobierno federal prometió que se generarían más y mejores empleos, pero resulta que la ocupación ha proliferado es la de honorarios”, con lo cual pagan un salario, pero no otorgan prestaciones.
Pedro Villegas, director del Cenpros, agregó que el Tratado de Libre Comercio y su subproducto, que es la reforma laboral, nunca coadyuvó para mejorar el salario y sí se flexibilizaron las condiciones de trabajo, lo cual está provocando conflictos en todo el país, debido a que para eliminar las prestaciones de los trabajadores las empresas y el gobierno crean dos o más tipos de contratación de la mano de obra, cuando no pueden despedir a todo el personal.
Para los empleados con más antigüedad opera el contrato colectivo con mejores condiciones laborales, pero a los nuevos que van contratando les aplican el esquema sin derechos sindicales y sin seguridad social, con la complicidad abierta o por omisión de la mayoría de los dirigentes sindicatos que quedan.
“El sindicalismo está callado, son pocas las organizaciones gremiales que han hecho pronunciamientos al respecto. Lo que más se percibe es la desunión. Hay 5 expresiones del movimiento sindical que sólo aglutinan al 10% de la trabajadores, Está por un lado el Congreso del Trabajo, la Unión Nacional de Trabajadores, el Frente Sindical Mexicano, la Coordinadora Sindical de Trabajadores y en quinto lugar la Alianza Sindical Mexicana que aglutina al sindicalismo blanco y que es la que más ha crecido en México”.
Opinó que el desafío del sindicalismo es recuperar la identidad gremial de los trabajadores, su reorganización y su disposición a defender el derecho al trabajo digno, fijo, con salario suficiente, prestaciones sociales y seguridad laboral.
Por María de Lourdes Martínez González
Periodista y Conductora de Frecuencia Laboral
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