Discurso de Claudia Sheinbaum Pardo, integrante del Consejo Consultivo del Movimiento Regeneración Nacional(MORENA), durante la Asamblea Nacional que llevó a cabo en la Avenida Juárez, de la Ciudad de México.
No sólo aprendimos de ustedes a leer y a escribir, matemáticas, historia y geografía. Hoy nos dan una lección de integridad en la defensa de la educación pública y de calidad de nuestro país: Muchas gracias, maestros. Cuentan con nuestra solidaridad fraterna y respeto a su lucha.
Saludamos también la lucha incansable de los trabajadores del SME por la defensa de la industria eléctrica nacional.
Nuevamente nos vemos hoy en el corazón de la Ciudad de México, para participar en una de las tareas más importantes de la época que nos ha tocado vivir: defender la soberanía de nuestra patria frente a un gobierno ilegítimo, ignorante, torpe y arbitrario que pretende entregar la riqueza nacional a las empresas transnacionales, y renunciar con ello a las decisiones soberanas del pueblo de México.
Hace unas semanas, Peña Nieto presentó al Senado una propuesta de modificación de los Artículos 27 y 28 Constitucionales. En esta propuesta, pretenden que el Estado mexicano en la Constitución del 27 dice claramente que está prohibido celebrar contratos para la explotación del petróleo y hoy pretende quitar esta palabra permitiendo nuevamente que se celebren contratos con empresas extranjeras, pero no solamente eso la propuesta pretende limitar el servicio público de energía eléctrica, solamente a la transmisión y distribución, renunciando definitivamente a la generación. Además, le quitan al Estado mexicano la atribución para que ejerza de manera exclusiva la cadena productiva del petróleo, del gas y la generación eléctrica.
Hay quienes piensan y han dicho que los detalles de esta propuesta estarán en las leyes secundarias. Sin embargo, en la exposición de motivos en ese documento que aparece en el internet, precisamente en la página 12, detalla claramente cuáles son sus intenciones.
En la actualidad, con todo y las antipatriotas reformas de 1992, 1995 y más recientemente de 2008, Pemex y CFE son los únicos facultados por la Constitución para desarrollar las actividades de la industria energética, a través de leyes secundarias han ido violando la Constitución y permitiendo que los privados tengan participación.
Pero ahora, quieren ir todavía más allá. La modificación Constitucional que se nos presenta tiene como objetivo quitarle a Pemex la exclusividad para realizar las actividades de la cadena petrolera del gas, del petróleo y de la electricidad.
Si esta propuesta llegará aprobarse, ya no sería ni siquiera Pemex el único facultado para realizar las actividades del petróleo y el gas en México, de acuerdo con la propuesta sería ahora al Ejecutivo Federal, Peña Nieto quien tendrían la facultad para realizar los contratos y los permisos para la explotación del petróleo, es decir, sería Peña Nieto, ni siquiera Pemex, y su flagrante secretario de Energía, Pedro Joaquín Codwell, quien frente a una mesa decidirían a quién se va las reservas de petróleo, si a Shell, si a Exxon, si a BP, si a una filial de Inbursa, si a una filial del de Grupo México o a Pemex, porque con su propuesta, inclusive Pemex tendría que tener contratos o permisos del gobierno federal para poder desarrollar sus actividades.
Por si fuera poco, la exposición de motivos explicita que las empresas extranjeras se les podrá pagar en efectivo o en petróleo, es decir, las empresas podrían llevarse directamente el petróleo de México, en pocas palabras se le estaría entregando a empresas transnacionales la extracción, a refinación, el transporte, el almacenamiento y la comercialización de las gasolinas, si esta propuesta pasa, siempre y cuando tengan un contrato o un permiso de Peña Nieto.
Por eso, decimos que esta reforma pretende regresarle a las empresas extranjeras, a las herederas de las empresas que fueron expropiadas en 1938, de nuevo el petróleo de nuestro país.
Y por si fuera poco, creen que somos tontos, dice Andrés Manuel, tonto es quien creen que el pueblo de tonto, nos quieren embutir la privatización del petróleo con una mentira que ni siquiera ellos creen: que la Reforma Energética del señor Peña Nieto es un homenaje al general. Lázaro Cárdenas. ¡Palabra por palabra, mienten! Y no sólo mienten en eso.
Mienten deliberadamente cuando dicen que Pemex no tiene recursos para seguir aprovechando el petróleo y el gas natural. Con todo y la enorme corrupción, Pemex es, hoy por hoy, la segunda empresa petrolera más importante del mundo, mienten cuando dicen que es necesario compartir los cuantiosos riesgos geológicos y financieros, no necesitamos compartir los riesgos, porque no necesitamos compartir la renta petrolera.
Mienten cuando dicen que es necesario producir más petróleo, esa es una necesidad del vecino del norte, no es una necesidad nacional. Mienten cuando dicen que es urgente explotar el gas de Lutitas o el llamado gelgas. La crisis del abastecimiento del gas ha provocado en ellos al hacer depender la industria eléctrica de la importación del gas natural.
Bien podría aprovecharse de esa situación para explotar los recursos naturales renovables del país, siempre y cuando por su puesto se le diera y se compartiera la ganancia con las comunidades y poseedores de los pueblos, de las tierras.
Mienten cuando dicen que Pemex no puede desarrollar tecnología, no sólo es una afirmación patética, sino que es una falta de respeto a instituciones públicas como la UNAM, como el Politécnico, el Instituto Mexicano del Petróleo, como las universidades de los estados, que desarrollaron a los mejores ingenieros químicos, civiles y petroleros del mundo.
También, mienten deliberadamente cuando dicen que nosotros no tenemos propuesta. En el año 2008, presentamos una propuesta muy detallada de lo que requiere el país para hacer del sector energético una potencia del desarrollo nacional.
Ahí está el Proyecto Alternativo de Nación, en donde viene la propuesta de lo que debe de hacerse con el petróleo, con el gas, con la electricidad.
Las verdaderas razones de la reforma no están en sus mentiras, están en un dogmatismo neoliberal, un modelo que ha demostrado su fracaso nacional e internacional; en su afán de integración con los Estados Unidos y por supuesto, en su afán de quedarse con una parte del pastel.
Como dijo hace unos días Epigmenio Ibarra, que anda por aquí: “No dan jamás cuentas de sus actos. Gobernar nunca ha significado, para ellos, servir. Al contrario: de nosotros se sirven, es el país su coto privado, su botín”. Por eso, decimos basta. No más entrega de nuestra patria.
Para finalizar, quisiera recordar unas palabras de don Jesús Silva Herzog, quien presidio la redacción del dictamen que llevó a la expropiación petrolera y fue el primer director del área de distribución de lo que después se convirtió en Petróleos Mexicanos.
Las palabras de don Jesús abanderaron el primer barco petrolero que adquiría Pemex, el barco “Cerro Azul”, en 1940 y en el marco de la campaña contra México que habían levantado las industrias petroleras expropiadas, don Jesús decía: “no hay que olvidar que un pueblo no conquista su libertad pidiéndola por favor a sus explotadores, sino luchando con decisión, constancia y valentía”.
”Aquí estamos –decía don Jesús— con decisión para contestar a las noticias calumniosas que hacen publicar en ciertos periódicos los descastados de adentro y los mercaderes de afuera, mercaderes sin patria y sin ideal”.
”Aquí estamos, decía, respondiendo a la calumnia, dando un mentís irrefutable a quienes han hablado y hablan todavía de la incapacidad de los mexicanos para manejar la industria petrolera”.
“Aquí estamos, decía, hoy, como hemos estado ayer y como estaremos mañana, siempre alertas para defender los legítimos intereses de México”. “Y aquí estamos”, decía, “hay que repetirlo una y cien mil veces, de pie y dispuestos a continuar la lucha…, porque nosotros marchamos por nuestra senda de pueblo resuelto a mejorar sus condiciones de vida”.
Hoy, compañeros y compañeras, estamos luchando de forma pacífica por la independencia económica de México, que de nuevo suenen las campanas llamando a luchar por la independencia de nuestra patria, por la defensa de los recursos naturales, porque la riqueza de la Nación, sea para todos los mexicanos, porque hoy luchar por la soberanía energética es luchar por la soberanía nacional. Ni más, ni menos.
Por eso, nosotros sí somos orgullosos herederos de los mexicanos de 1938 que nos dieron patria.
Y les pido que diga conmigo como decía don Jesús: Aquí estamos
A los héroes de independencia les decimos: Aquí estamos.
A Juárez y su gabinete liberal le decimos: Aquí estamos.
A los revolucionarios de 1910 les decimos: Aquí estamos.
Al general Lázaro Cárdenas le decimos: Aquí estamos.
Y a nuestros hijos y a nuestros nietos, les decimos: Aquí estamos.
¡Viva la expropiación petrolera de 1938!
¡Viva el general Lázaro Cárdenas!
¡Viva Andrés Manuel López Obrador! Aquí Estamos.
En primer lugar quisiera saludar, a nombre de muchos mexicanos y mexicanas, la lección ejemplar que están dando cientos de miles de maestros de educación básica a lo largo y ancho de la República.
No sólo aprendimos de ustedes a leer y a escribir, matemáticas, historia y geografía. Hoy nos dan una lección de integridad en la defensa de la educación pública y de calidad de nuestro país: Muchas gracias, maestros. Cuentan con nuestra solidaridad fraterna y respeto a su lucha.
Saludamos también la lucha incansable de los trabajadores del SME por la defensa de la industria eléctrica nacional.
Nuevamente nos vemos hoy en el corazón de la Ciudad de México, para participar en una de las tareas más importantes de la época que nos ha tocado vivir: defender la soberanía de nuestra patria frente a un gobierno ilegítimo, ignorante, torpe y arbitrario que pretende entregar la riqueza nacional a las empresas transnacionales, y renunciar con ello a las decisiones soberanas del pueblo de México.
Hace unas semanas, Peña Nieto presentó al Senado una propuesta de modificación de los Artículos 27 y 28 Constitucionales. En esta propuesta, pretenden que el Estado mexicano en la Constitución del 27 dice claramente que está prohibido celebrar contratos para la explotación del petróleo y hoy pretende quitar esta palabra permitiendo nuevamente que se celebren contratos con empresas extranjeras, pero no solamente eso la propuesta pretende limitar el servicio público de energía eléctrica, solamente a la transmisión y distribución, renunciando definitivamente a la generación. Además, le quitan al Estado mexicano la atribución para que ejerza de manera exclusiva la cadena productiva del petróleo, del gas y la generación eléctrica.
Hay quienes piensan y han dicho que los detalles de esta propuesta estarán en las leyes secundarias. Sin embargo, en la exposición de motivos en ese documento que aparece en el internet, precisamente en la página 12, detalla claramente cuáles son sus intenciones.
En la actualidad, con todo y las antipatriotas reformas de 1992, 1995 y más recientemente de 2008, Pemex y CFE son los únicos facultados por la Constitución para desarrollar las actividades de la industria energética, a través de leyes secundarias han ido violando la Constitución y permitiendo que los privados tengan participación.
Pero ahora, quieren ir todavía más allá. La modificación Constitucional que se nos presenta tiene como objetivo quitarle a Pemex la exclusividad para realizar las actividades de la cadena petrolera del gas, del petróleo y de la electricidad.
Si esta propuesta llegará aprobarse, ya no sería ni siquiera Pemex el único facultado para realizar las actividades del petróleo y el gas en México, de acuerdo con la propuesta sería ahora al Ejecutivo Federal, Peña Nieto quien tendrían la facultad para realizar los contratos y los permisos para la explotación del petróleo, es decir, sería Peña Nieto, ni siquiera Pemex, y su flagrante secretario de Energía, Pedro Joaquín Codwell, quien frente a una mesa decidirían a quién se va las reservas de petróleo, si a Shell, si a Exxon, si a BP, si a una filial de Inbursa, si a una filial del de Grupo México o a Pemex, porque con su propuesta, inclusive Pemex tendría que tener contratos o permisos del gobierno federal para poder desarrollar sus actividades.
Por si fuera poco, la exposición de motivos explicita que las empresas extranjeras se les podrá pagar en efectivo o en petróleo, es decir, las empresas podrían llevarse directamente el petróleo de México, en pocas palabras se le estaría entregando a empresas transnacionales la extracción, a refinación, el transporte, el almacenamiento y la comercialización de las gasolinas, si esta propuesta pasa, siempre y cuando tengan un contrato o un permiso de Peña Nieto.
Por eso, decimos que esta reforma pretende regresarle a las empresas extranjeras, a las herederas de las empresas que fueron expropiadas en 1938, de nuevo el petróleo de nuestro país.
Y por si fuera poco, creen que somos tontos, dice Andrés Manuel, tonto es quien creen que el pueblo de tonto, nos quieren embutir la privatización del petróleo con una mentira que ni siquiera ellos creen: que la Reforma Energética del señor Peña Nieto es un homenaje al general. Lázaro Cárdenas. ¡Palabra por palabra, mienten! Y no sólo mienten en eso.
Mienten deliberadamente cuando dicen que Pemex no tiene recursos para seguir aprovechando el petróleo y el gas natural. Con todo y la enorme corrupción, Pemex es, hoy por hoy, la segunda empresa petrolera más importante del mundo, mienten cuando dicen que es necesario compartir los cuantiosos riesgos geológicos y financieros, no necesitamos compartir los riesgos, porque no necesitamos compartir la renta petrolera.
Mienten cuando dicen que es necesario producir más petróleo, esa es una necesidad del vecino del norte, no es una necesidad nacional. Mienten cuando dicen que es urgente explotar el gas de Lutitas o el llamado gelgas. La crisis del abastecimiento del gas ha provocado en ellos al hacer depender la industria eléctrica de la importación del gas natural.
Bien podría aprovecharse de esa situación para explotar los recursos naturales renovables del país, siempre y cuando por su puesto se le diera y se compartiera la ganancia con las comunidades y poseedores de los pueblos, de las tierras.
Mienten cuando dicen que Pemex no puede desarrollar tecnología, no sólo es una afirmación patética, sino que es una falta de respeto a instituciones públicas como la UNAM, como el Politécnico, el Instituto Mexicano del Petróleo, como las universidades de los estados, que desarrollaron a los mejores ingenieros químicos, civiles y petroleros del mundo.
También, mienten deliberadamente cuando dicen que nosotros no tenemos propuesta. En el año 2008, presentamos una propuesta muy detallada de lo que requiere el país para hacer del sector energético una potencia del desarrollo nacional.
Ahí está el Proyecto Alternativo de Nación, en donde viene la propuesta de lo que debe de hacerse con el petróleo, con el gas, con la electricidad.
Las verdaderas razones de la reforma no están en sus mentiras, están en un dogmatismo neoliberal, un modelo que ha demostrado su fracaso nacional e internacional; en su afán de integración con los Estados Unidos y por supuesto, en su afán de quedarse con una parte del pastel.
Como dijo hace unos días Epigmenio Ibarra, que anda por aquí: “No dan jamás cuentas de sus actos. Gobernar nunca ha significado, para ellos, servir. Al contrario: de nosotros se sirven, es el país su coto privado, su botín”. Por eso, decimos basta. No más entrega de nuestra patria.
Para finalizar, quisiera recordar unas palabras de don Jesús Silva Herzog, quien presidio la redacción del dictamen que llevó a la expropiación petrolera y fue el primer director del área de distribución de lo que después se convirtió en Petróleos Mexicanos.
Las palabras de don Jesús abanderaron el primer barco petrolero que adquiría Pemex, el barco “Cerro Azul”, en 1940 y en el marco de la campaña contra México que habían levantado las industrias petroleras expropiadas, don Jesús decía: “no hay que olvidar que un pueblo no conquista su libertad pidiéndola por favor a sus explotadores, sino luchando con decisión, constancia y valentía”.
”Aquí estamos –decía don Jesús— con decisión para contestar a las noticias calumniosas que hacen publicar en ciertos periódicos los descastados de adentro y los mercaderes de afuera, mercaderes sin patria y sin ideal”.
”Aquí estamos, decía, respondiendo a la calumnia, dando un mentís irrefutable a quienes han hablado y hablan todavía de la incapacidad de los mexicanos para manejar la industria petrolera”.
“Aquí estamos, decía, hoy, como hemos estado ayer y como estaremos mañana, siempre alertas para defender los legítimos intereses de México”. “Y aquí estamos”, decía, “hay que repetirlo una y cien mil veces, de pie y dispuestos a continuar la lucha…, porque nosotros marchamos por nuestra senda de pueblo resuelto a mejorar sus condiciones de vida”.
Hoy, compañeros y compañeras, estamos luchando de forma pacífica por la independencia económica de México, que de nuevo suenen las campanas llamando a luchar por la independencia de nuestra patria, por la defensa de los recursos naturales, porque la riqueza de la Nación, sea para todos los mexicanos, porque hoy luchar por la soberanía energética es luchar por la soberanía nacional. Ni más, ni menos.
Por eso, nosotros sí somos orgullosos herederos de los mexicanos de 1938 que nos dieron patria.
Y les pido que diga conmigo como decía don Jesús: Aquí estamos
A los héroes de independencia les decimos: Aquí estamos.
A Juárez y su gabinete liberal le decimos: Aquí estamos.
A los revolucionarios de 1910 les decimos: Aquí estamos.
Al general Lázaro Cárdenas le decimos: Aquí estamos.
Y a nuestros hijos y a nuestros nietos, les decimos: Aquí estamos.
¡Viva la expropiación petrolera de 1938!
¡Viva el general Lázaro Cárdenas!
¡Viva Andrés Manuel López Obrador! Aquí Estamos.
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