Esta estampa de la vida diaria la vemos en cualquier lugar del país. Foto: Red |
“Estamos hablando de poblaciones callejeras que, además de vivir una situación muy oprobiosa de una falta de ejercicio de derechos, también encontramos reacciones por parte de la sociedad que les sigue discriminando, que les trata peyorativamente”.
Y es que, añadió, los niños de la calle se han agrupado en auténticas poblaciones, que en vez de ser protegidas, son más bien perseguidas por los agentes del Estado y sufren de explotación sexual, física y mental.
Por ello tenemos que trabajar en la reconstrucción del tejido social, que pasa necesariamente por acciones gubernamentales y políticas públicas, en donde también debe participar la sociedad.
NTX.
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