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MÉXICO, D.F. (apro).- El Estado es el
principal agresor de periodistas: es responsable de al menos 43% de los ataques
a comunicadores, según se documenta en la exposición ¡No nos callarán! Las
batallas por la libertad de expresión, inaugurada este viernes en el Museo de
la Memoria y la Tolerancia, en el centro histórico.
Sólo en 2012 se reportaron 571 agresiones
contra periodistas, de acuerdo con la organización Artículo 19. De este bloque,
264 fueron agresiones físicas o materiales, hay 12 casos de privación ilegal de
la libertad, cinco desapariciones, 102 acciones legales, 38 detenciones
ilegales, 85 denuncias de intimidación o presión, 102 amenazas, 30 asesinatos y
17 desplazamientos forzosos.
Y, paralelamente, en el marco del Día de la
Libertad de Expresión en México (7 de junio), la Comisión de Derechos Humanos
del Distrito Federal (CDHDF) informó que registró 151 agresiones —en todo el
país— contra el derecho a la libertad de expresión en los primeros cinco meses
de 2013. La Relatoría para la Libertad de Expresión de la CDHDF señala que las
autoridades estuvieron involucradas en la comisión de la mayoría de las
agresiones, al cometer 42 de ellas, frente a 11 de civiles y dos de grupos de
delincuencia organizada.
Los estados en los que más agresiones se han
detectado fueron Oaxaca (7), Guerrero (6), Guanajuato (6), Durango (5),
Veracruz (5) y el Distrito Federal (5).
La documentación de los crímenes
Diversas organizaciones civiles nacionales e
internacionales, en cooperación con medios de comunicación mexicanos, montaron
la muestra ¡No nos callarán!, en la que se ilustra algunos casos de periodistas
asesinados, desaparecidos y desplazados, pero también los esfuerzos y la
resistencia para seguir investigando e informando, pese a las amenazas
cotidianas que se han acrecentado en los último seis años.
Mientras que los funcionarios públicos son los
responsables de 43% de las agresiones, la delincuencia organizada tiene 14% y
un porcentaje igual los particulares, según un estudio de la organización
internacional Artículo 19.
La muestra abre con dos emblemáticos cartones
del caricaturista Abel Quezada, uno de ellos publicado el 3 de octubre de 1968,
tras la matanza de Tlatelolco, y recorre las décadas subsecuentes hasta llegar
al sexenio de Felipe Calderón, donde el alud de las agresiones colocó a México
como el país más peligroso para ejercer el periodismo y en donde el Estado no
ha mostrado un compromiso firme para abatir la impunidad.
Durante la inauguración de la muestra —que
permanecerá desde hoy hasta octubre próximo— Darío Ramírez, de Artículo 19,
dijo que si bien la prensa mexicana es valiente, “estamos frente a una batalla
que la estamos perdiendo”, es una batalla en donde hay grandes regiones del
país donde el silencio y el miedo están hondamente asentados en las salas de redacción.
Es por ello, destacó, que está exposición
busca informar de manera muy elocuente y profesional sobre la violencia que
coloca a México como el país más peligroso para ejercer el periodismo.
El retroceso
La Comisión de Derechos Humanos del Distrito
Federal califica como grave los casos de nuevas legislaciones que criminalizan
penalmente conductas como la injuria o la difamación en distintos medios de
comunicación, incluido el Internet.
Ejemplo de ello es la propuesta de reforma al
Código Penal de Nuevo León, que lesiona fuertemente la libertad de expresión al
penar estas conductas.
La CDHDF considera que la protección de la
reputación y el honor no deben estar protegidos por la legislación penal, sino
por la civil.
Por esto, la CDHDF exhorta a las autoridades
federales y locales a cumplir con el artículo 1 Constitucional, y que tomen las
medidas necesarias —tanto legislativas como ejecutivas y judiciales— para
garantizar las condiciones del ejercicio a la libertad de expresión y de prensa.
Fuente: Proceso
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