El Movimiento de Regeneración Nacional, Morena, demandó la cancelación inmediata de la llamada “Cruzada contra el Hambre”, para sustituirla por una verdadera política de Estado para la seguridad alimentaria. Martí Batres, presidente del CEN de la organización, exigió que el gobierno federal se desista de imponer el Impuesto al Valor Agregado en alimentos, y una política de aumento salarial para que la población recupere su poder adquisitivo.
Batres Guadarrama reclamó la revisión del apartado agropecuario del Tratado de Libre Comercio (TLC), el aumento de las subvenciones a los productores agrícolas hasta nivelarlas con las que reciben los productores de Estados Unidos, la exclusión de los productos transgénicos y la eliminación de los productos chatarra de los programas públicos.
La propuesta para combatir el hambre expuesta por el presidente del CEN de Morena, contempla la aplicación de la Pensión Universal Alimenticia, como la que existe en el DF, así como el impulso a iniciativas de corte social como comedores comunitarios en toda la República.
Martí Batres recordó que fue Morena la primera fuerza política en cuestionar la Cruzada contra el Hambre, debido a que es una política focalizada, asistencialista y con una connotación electoral; que no combate las causas del hambre, excluye a 800 municipios con extrema pobreza e incluye 200 que no están catalogados dentro de los de más necesidades.
“Los acontecimientos posteriores nos han dado la razón y han mostrado aún más debilidades de esta Cruzada contra el Hambre: la intervención de empresas transnacionales, por ejemplo, o la utilización político electoral directa o la utilización política con personalidades internacionales, ha demostrado que la Cruzada contra el Hambre tiene todos los propósitos menos combatir el hambre en México”, señaló.
Foto: aquimero.blogspot.mx
Destacó que en 1977, el 42% de la población vivía en situación del pobreza mientras que en la actualidad esa cifra se incrementó a más del 50% de acuerdo a las cifras oficiales, “aunque en realidad es mayor”. En lo que se refiere a la migración, indicó que durante la década de los 70 esta se mantuvo en un promedio anual de 30 mil personas. Apenas en la primera década de este siglo, la cifra ya supera las 400 mil personas que emigran cada año a Estados Unidos.
Contrastó también el hecho de que mientras un campesino mexicano recibe, en promedio, una subvención de alrededor de 720 dólares, en Europa reciben 16 mil dólares y en Estados Unidos 20 mil dólares.
“De manera global, las subvenciones agrícolas en Estados Unidos son del orden de 95 mil millones de dólares, mientras que en México son de 7 mil millones de dólares”.
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