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Tuxpan, Veracruz, a 15 de febrero de 2013
Unos auténticos solapadores y alcahuetes son los ministros de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, por actuar bajo consigna, en lugar de proceder con apego a la ley y de impartir justicia, afirmó Andrés Manuel López Obrador.
Se manifestó por retirar el nombre de Suprema Corte de Justicia y de aplicarle cualquier otra denominación ajena a la impartición de justicia, además de que sus integrantes sean unos verdaderos abogados, rectos, íntegros, que se caractericen por anteponer el principio de que al margen de la ley, nada; y por encima de la ley, nadie.
Después de que la Corte dio entrada a una solicitud de amparo a un secuestrador del ciudadano Pedro Galindo, por una supuesta violación a sus garantías individuales, expresó una primera reacción: “Yo no tengo confianza en los ministros de la Corte, porque no actúan con justicia” y son en consecuencia unos empleados de la mafia del poder.
Luego trajo a memoria el caso de la ciudadana francesa Florence Cassez, que fue puesta en libertad, por consigna y por órdenes superiores, “sin importarles que dejaban a las víctimas sin justicia, o sea, a las víctimas del secuestro”.
Entonces, puntualizó en entrevista, la Suprema Corte “está muy mal, al igual que IFE, el Trife, la Cámara de Diputados, la Cámara de Senadores, y ya ni hablar de la Presidencia. Lo acabo de decir que Peña ni manda ni gobierna, es como Titino y el que lo manipula, su titiretero es Carlos Salinas; es don Carlos y Titino”.
Sustentó su afirmación en que los ministros de la Corte fueron designados directamente por los presidentes en turno, como Carlos Salinas, Vicente Fox, Felipe Calderón y hasta por Peña Nieto.
En México solo tiene acceso a la justicia aquel que “tiene agarraderas, que tiene influencias, que tiene dinero, eso es lo que pasa en México”, afirmó al recordar que la propia Corte desechó la solicitud de amparo a favor de los trabajadores electricistas.
Durante la asamblea constitutiva del comité municipal del Movimiento Regeneración Nacional en esta localidad, aseguró que Enrique Peña Nieto es un señoritingo, un junior, que desprecia al pueblo, que fue impuesto en el cargo mediante la compra de millones de votos y que traficó en la pasada campaña presidencial con la pobreza en que se encuentran millones de mexicanos.
La mafia del poder, que son los patrocinadores de Peña, pretende presentarlo como el defensor de los pobres y ahora resulta que los ciudadanos más pobres del país votaron a favor del candidato priista. “Ni modo que los pobres hayan visto a Peña como su redentor o salvador”.
En la pasada campaña, se compraron voluntades, a razón de 500 a 100 pesos por voto y hasta 10 mil pesos por familia, además del reparto de tarjetas Soriana en las regiones con mayor índice de pobreza, abundó.
Ahora, corresponde al Movimiento Regeneración Nacional realizar labor de convencimiento sobre el método de compra de voto y de trafico de la pobreza que se intenta sea la constante en futuras elecciones municipales, estatales y federales.
Desde esta región, López Obrador pidió a los ciudadanos “no dejarse engañar de esa forma tan burda y vil” y desde ahora dejó en claro que MORENA no enfrentará a la mafia del poder con prácticas similares a la compra del voto, de conciencias y de lealtades.
“Eso nunca lo vamos a hacer, por principios, por dignidad, porque es comprar la libertad de la gente, eso es tener espíritu y vocación de esclavista”, puntualizó al recordar que el filósofo Juan Jacobo Rousseau escribió en su obra el Contrato Social que el ideal es que no haya hombres que tengan tanto hasta para comprar la voluntad de otros hombres y que no haya hombres tan pobres que se vean en la necesidad de vender su voluntad.
Ante sus interlocutores mencionó que no hay esperanza de cambio con el grupo que tomó por asalto la Presidencia de la República y Peña mantendrá la misma política económica de corte neoliberal que se impuso desde hace 30 años.
Por tanto se mantendrán los incrementos a los precios de las gasolinas, el diesel, el gas y la energía eléctrica, consideró al convocar a los ciudadanos a luchar en contra del sistema de ejercer un control férreo sobre la población y de mantenerla en niveles de sobrevivencia.
¿Cómo se ejerce ese control?, preguntó enseguida. Mediante la aplicación de programas con aparentes fines sociales, como Solidaridad, que estuvo vigente en tiempos de Carlos Salinas, que luego se transformó en Oportunidades con el panista Vicente Fox, y ahora Peña intenta resucitar a Solidaridad.
Luego, el presidente del Consejo Nacional de MORENA expresó que el Movimiento es un instrumento de lucha al servicio del pueblo, con el objetivo superior de transformar a México.
“Nosotros queremos que haya un cambio de política económica, que se impulsen actividades productivas, que se generen empleos, que haya una buena distribución de la riqueza nacional”, abundó.
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