La Cámara de Diputados en México se encuentra en el análisis de la propuesta de reforma laboral enviada por el presidente Felipe Calderón para su aprobación, en la que se plantea un control sobre los sindicatos, históricamente aliados al PRI, lo que amenaza los intereses corporativos y lanza el primer reto para el gobierno del presidente electo Enrique Peña Nieto.
En el proyecto de dictamen de la reforma la cual tendría como fecha límite para su aprobación o negativa este viernes, se modifica una iniciativa en la que se obliga a los sindicatos a rendir cuentas de sus finanzas, algo que hasta el momento no se había contemplado en la ley y según el Ejecutivo ha sido causa de actos de corrupción y desvíos de recursos.
A pesar de que en reiteradas ocasiones el presidente entrante se ha mostrado proclive a una reforma en el sector laboral, el que sea su gobierno encargado de impulsarla lo coloca en un conflicto con los sindicatos en su mayoría creados durante gobiernos del PRI y que por obvias razones causarían disgustos y fricciones.
El documento ignora propuestas como el voto libre, directo y secreto en la selección de jefes sindicales, además de sujetar a las organizaciones a auditar y obligan a los sindicatos a informar a los trabajadores el destino de sus aportaciones obligatorias.
La reforma laboral plantea incluir en los estatutos de los sindicatos algunas reglas para la rendición de cuentas que considere el derecho de los trabajadores a recibir información sobre el manejo de los recursos.
Analistas refieren que la aprobación de la reforma laboral antes del inicio del gobierno de Peña Nieto, es un regalo por parte del presidente Calderón, por lo que implica su aprobación.
En México se espera que este miércoles la Comisión de Trabajo de la Cámara de Diputados vote en lo general del proyecto de reforma laboral, con el fin de procesar las observaciones de los grupos parlamentarios al dictamen correspondiente.
Los partidos de izquierda en el Congreso se han mostrado completamente en contra de la iniciativa, no sólo por el tema sindical, sino por las variaciones a los beneficios hacia los trabajadores y las medidas "sangrientas" para impulsar el mercado laboral del país.
Por María Adriana Murillo
mx.ibtimes.com
Septiembre 26 de 2012
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