BERLÍN (apro).- A dos días de la elección presidencial en México, la prensa alemana sigue, implacable, con su análisis sobre el triunfo de Enrique Peña Nieto. Diarios de tendencia política opuesta y de gran prestigio como Die Zeit o el Süddeutsche Zeitung coinciden en que el virtual Presidente será tal, gracias al apoyo de Televisa y en el verdadero significado de su triunfo: el regreso del viejo PRI, ícono de la corrupción, fraude y nepotismo.
A la par de esa valoración, medios como el crítico y de izquierda TAZ resaltan la figura de La Gaviota (la actriz de telenovelas Angélica Rivera) como pieza importante y definitoria en la empresa emprendida conjuntamente por el exgobernador del Estado de México y Televisa. El conservador Frankfurter Allgemeine lo califica como un Latin Lover que dirigirá a uno de los países miembros del G-20 y hasta el sensacionalista Bild destina un espacio importante para resaltar que ahora México tiene ” a la más hermosa primera dama del mundo”. “Es joven y guapo pero su partido es la encarnación del fraude y la corrupción.
A pesar de ello, el nuevo presidente de México quiere, junto con el PRI, comenzar una nueva era democrática en el país. Se dice que el partido tiene buenos contactos con los jefes de la droga”, así comienza el análisis del liberal Süddeutsche Zeitung (SZ). La nota firmada por Peter Burghardt, cuya cabeza principal es “El regreso a la dictadura perfecta”, arremete también contra el actual presidente Felipe Calderón y presenta un breve, pero conciso balance de su gestión: “El 1 de diciembre el nuevo hombre del viejo PRI tomará las riendas del desastre de Felipe Calderón.
El jefe de estado saliente deja tras de sí un balance catastrófico. Si bien algunas instituciones fueron modernizadas, el desempleo y la pobreza crecieron. “Y lo que todos reprochan a Calderón es el empleo, desde el año 2006, del Ejército en su lucha contra los carteles de la droga, ya que ha traído como consecuencia una guerra espantosa: por lo menos, 60 mil hombres han muerto en los último seis años y otros 10 mil han desaparecido. Pueblos enteros han sido despoblados a causa del crimen, que controla además a todos los estados”.
El SZ, así como el resto de los medios, resaltan el apoyo que el consorcio Televisa brindó al candidato del PRI: “Peña Nieto fue impulsado por el consorcio Televisa, la mayor empresa de comunicación de América Latina. Esta fábrica de sueños llega a dos terceras partes de los hogares mexicanos y convirtió la incursión de Peña Nieto en el escenario mediático en una telenovela: con su esposa, la actriz Angélica Rivera que se hizo conocida como la Gaviota a raíz de su participación en una telenovela y su partido, el PRI que sigue siendo el prototipo del fraude, nepotismo y corrupción”. Y a propósito de la presencia de la exestrella de Televisa y el papel de la televisora en esta historia, el siempre crítico TAZ no muestra contemplación: “Sin La Gaviota, quizás todo hubiera sido diferente. Desde su matrimonio en 2010 se convirtió en la pareja de sueño: el floreciente político del antiguo partido oficial PRI y la actriz.
Y aunque estrellas de telenovela y políticos priístas no tienen necesariamente algo en común, en el caso de Peña Nieto es diferente. El elegido como próximo presidente de México el domingo pasado y padre de seis hijos seguramente logró alcanzar su objetivo porque el consorcio de medios Televisa puso a disposición su escenario para ello. La empresa invirtió millones de pesos en noticias y entrevistas con él. De forma bien calculada, fue moldeado como el candidato. Por su parte, el bien parecido Peña Nieto jugó a la perfección el rol del elegante y elocuente político que puede conducir el futuro de México”.
Pero su imagen–advierte el TAZ–no coincide con el Peña Nieto que ha crecido en el PRI. Detrás de él se ubica la vieja guardia de los dinosaurios, los intransigentes que defienden el régimen corrupto y autoritario del PRI de los viejos tiempos. El semanario Die Zeit, de alto prestigio también en el país, se enfoca en los rasgos personales del exgobernador del Estado de México y los confronta con la ausencia de un programa real de gobierno. “Peña Nieto es un maestro de la autopromoción. El nuevo presidente es un hombre de acción, pero su programa es vago y su pasado oscuro. Es el maestro indiscutible del marketing político mexicano: joven, guapo y exitoso.
Es la nueva cara del viejo y antiguo partido de estado, el PRI. “El político no deja nada a la casualidad. Ello aplica tanto en la discreta y elegante forma de vestir como en la escenificación mediática de su matrimonio con una actriz. Sus gestos son estudiados y a cada pregunta tiene una respuesta. Sin embargo, pese a su capacidad de autopromoción Peña Nieto es un misterio para la mayoría de los mexicanos.
Su programa es vago, sus promesas son una mezcla de ideas liberales, conservativas y socialdemócratas. Y la imagen que se creó con la ayuda de los consorcios televisivos dominantes del país, oculta al verdadero Peña Nieto”. Y continúa el análisis de Die Zeit: “Éste, el verdadero, ha salido a la luz cuando, por ejemplo, con una frialdad de médico respondió a la pregunta de la causa de la muerte de su esposa Mónica; o cuando no logró mencionar una sola obra literaria que haya marcado su vida; o cuando fue cuestionado por un grupo de estudiantes en torno a las violaciones a los derechos humanos durante su periodo como gobernador del Estado de Méxito e indignado respondió que la ley estaba de su lado y él sólo había impuesto el orden”.
Hasta el Bild, el diario popular y sensacionalista del país hace mofa del caso: “Ya desde su boda en 2010, la historia de Enrique Peña Nieto y su esposa, la exestrella de telenovelas, llenó las páginas rosas de los medios. Y es que, a la pareja le gusta mostrar públicamente sus sentimientos: con miradas, caricias y besitos”. Y mientras los medios alemanes se dan vuelo con el resultado preliminar de las elecciones en México, parece que la canciller Angela Merkel esperará hasta que se confirme de manera oficial el triunfo de Peña Nieto para expresar su reconocimiento.
Fuente: Proceso Junio 3 de 2012
Foto: Germán Canseco
A pesar de ello, el nuevo presidente de México quiere, junto con el PRI, comenzar una nueva era democrática en el país. Se dice que el partido tiene buenos contactos con los jefes de la droga”, así comienza el análisis del liberal Süddeutsche Zeitung (SZ). La nota firmada por Peter Burghardt, cuya cabeza principal es “El regreso a la dictadura perfecta”, arremete también contra el actual presidente Felipe Calderón y presenta un breve, pero conciso balance de su gestión: “El 1 de diciembre el nuevo hombre del viejo PRI tomará las riendas del desastre de Felipe Calderón.
El jefe de estado saliente deja tras de sí un balance catastrófico. Si bien algunas instituciones fueron modernizadas, el desempleo y la pobreza crecieron. “Y lo que todos reprochan a Calderón es el empleo, desde el año 2006, del Ejército en su lucha contra los carteles de la droga, ya que ha traído como consecuencia una guerra espantosa: por lo menos, 60 mil hombres han muerto en los último seis años y otros 10 mil han desaparecido. Pueblos enteros han sido despoblados a causa del crimen, que controla además a todos los estados”.
El SZ, así como el resto de los medios, resaltan el apoyo que el consorcio Televisa brindó al candidato del PRI: “Peña Nieto fue impulsado por el consorcio Televisa, la mayor empresa de comunicación de América Latina. Esta fábrica de sueños llega a dos terceras partes de los hogares mexicanos y convirtió la incursión de Peña Nieto en el escenario mediático en una telenovela: con su esposa, la actriz Angélica Rivera que se hizo conocida como la Gaviota a raíz de su participación en una telenovela y su partido, el PRI que sigue siendo el prototipo del fraude, nepotismo y corrupción”. Y a propósito de la presencia de la exestrella de Televisa y el papel de la televisora en esta historia, el siempre crítico TAZ no muestra contemplación: “Sin La Gaviota, quizás todo hubiera sido diferente. Desde su matrimonio en 2010 se convirtió en la pareja de sueño: el floreciente político del antiguo partido oficial PRI y la actriz.
Y aunque estrellas de telenovela y políticos priístas no tienen necesariamente algo en común, en el caso de Peña Nieto es diferente. El elegido como próximo presidente de México el domingo pasado y padre de seis hijos seguramente logró alcanzar su objetivo porque el consorcio de medios Televisa puso a disposición su escenario para ello. La empresa invirtió millones de pesos en noticias y entrevistas con él. De forma bien calculada, fue moldeado como el candidato. Por su parte, el bien parecido Peña Nieto jugó a la perfección el rol del elegante y elocuente político que puede conducir el futuro de México”.
Pero su imagen–advierte el TAZ–no coincide con el Peña Nieto que ha crecido en el PRI. Detrás de él se ubica la vieja guardia de los dinosaurios, los intransigentes que defienden el régimen corrupto y autoritario del PRI de los viejos tiempos. El semanario Die Zeit, de alto prestigio también en el país, se enfoca en los rasgos personales del exgobernador del Estado de México y los confronta con la ausencia de un programa real de gobierno. “Peña Nieto es un maestro de la autopromoción. El nuevo presidente es un hombre de acción, pero su programa es vago y su pasado oscuro. Es el maestro indiscutible del marketing político mexicano: joven, guapo y exitoso.
Es la nueva cara del viejo y antiguo partido de estado, el PRI. “El político no deja nada a la casualidad. Ello aplica tanto en la discreta y elegante forma de vestir como en la escenificación mediática de su matrimonio con una actriz. Sus gestos son estudiados y a cada pregunta tiene una respuesta. Sin embargo, pese a su capacidad de autopromoción Peña Nieto es un misterio para la mayoría de los mexicanos.
Su programa es vago, sus promesas son una mezcla de ideas liberales, conservativas y socialdemócratas. Y la imagen que se creó con la ayuda de los consorcios televisivos dominantes del país, oculta al verdadero Peña Nieto”. Y continúa el análisis de Die Zeit: “Éste, el verdadero, ha salido a la luz cuando, por ejemplo, con una frialdad de médico respondió a la pregunta de la causa de la muerte de su esposa Mónica; o cuando no logró mencionar una sola obra literaria que haya marcado su vida; o cuando fue cuestionado por un grupo de estudiantes en torno a las violaciones a los derechos humanos durante su periodo como gobernador del Estado de Méxito e indignado respondió que la ley estaba de su lado y él sólo había impuesto el orden”.
Hasta el Bild, el diario popular y sensacionalista del país hace mofa del caso: “Ya desde su boda en 2010, la historia de Enrique Peña Nieto y su esposa, la exestrella de telenovelas, llenó las páginas rosas de los medios. Y es que, a la pareja le gusta mostrar públicamente sus sentimientos: con miradas, caricias y besitos”. Y mientras los medios alemanes se dan vuelo con el resultado preliminar de las elecciones en México, parece que la canciller Angela Merkel esperará hasta que se confirme de manera oficial el triunfo de Peña Nieto para expresar su reconocimiento.
Fuente: Proceso Junio 3 de 2012
Foto: Germán Canseco
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