2. A raíz del maravilloso movimiento estudiantil surgido el 11 de mayo pasado, del anuncio del diario Reforma de que López Obrador estaba apenas a cuatro puntos del candidato del PRI-Televisa, Peña Nieto y del masivo mitin juvenil de AMLO en la plaza de Tlatelolco (Plaza donde fueron asesinados cientos de estudiantes en 1968), los funestos medios de información, el gobierno del PAN y el PRI, han inventado todo tipo de campañas para calumniar a López Obrador. Inventaron una cena donde sus simpatizantes pidieron dinero; de que en el mitin de Tlatelolco apoyó la lucha armada; y ahora dicen que AMLO ha inventado que reduciendo a un 50 por ciento el salario de los altos funcionarios, pensiones, y privilegios alcanzaría para hacer mucho sin vender PEMEX.
3. El movimiento estudiantil surgió hace un mes contra las mentiras y manipulación de Televisa y demás medios; sólo secundariamente contra Peña Nieto que es su pelele para la Presidencia de la República. Los jóvenes estudiantes no odian a Peña, sino a los funestos medios que forman un terrible monopolio que busca hacer más tonto al pueblo manipulándolo a su gusto. Pero los estudiantes despertaron y están profundizando su movimiento para obligar a los magnates televisivos a cambiar y al pueblo a darse cuenta de que es víctima de los peores engaños. Ahora esos funestos medios tratan de demostrar que están abiertos a escuchar, pero nadie les cree; porque lo que realmente quieren es que el movimiento se divida, se debilite y desaparezca.
4. Pero cada día el movimiento -que ha declarado ser político, pero apartidista- o sea que (sí es político porque interviene para que las cosas se transformen socialmente, pero no pertenece a partido alguno ni a una ideología particular), es más fuerte y su pensamiento más claro. Ha comenzado a declarar que trascenderá las elecciones del 1 de julio y continuará luchando contra la manipulación de los medios de información, del PRI y del gobierno. Saben los estudiantes que en ese proceso se van a ir enraizando en los problemas del pueblo mexicano y de acuerdo a ello se irán convirtiendo en una fuerza organizada de masas. Ellos no son de la derecha empresarial ni de la izquierda socialista, pero al oponerse a la manipulación televisiva están con el pueblo.
5. Algunos han reflexionado sobre lo que sucederá después de los comicios del 1 de julio con las grandes movilizaciones que se lograron entre decenas de miles de estudiantes con el objetivo de cuestionar y enfrentar a Televisa, TV Azteca, Radio Fórmula y a su candidato presidencial Enrique Peña Nieto. La respuesta parece simple: depende de quien haya sido electo presidente y del trato o el acuerdo que realice con el movimiento. Si gana el PRI o el PAN con su habilidad política, la de los medios de información, de los empresarios, con la mano en la cintura pueden integrar a estudiantes a sus gabinetes, a sus asesorías, a direcciones, a varios jóvenes “claves” que permitan desmovilizar a los estudiantes.
6. Pero es más interesante preguntar si los estudiantes en las próximas dos semanas tendrán la fuerza para evitar que Peña Nieto sea impuesto por el PRI y los medios de información en la Presidencia de la República, que ha sido su objetivo inmediato. ¿Será posible de que logren esa hazaña a pesar del poco tiempo que queda? Si partimos de un México en el que los estudiantes han estado desmovilizados durante 12 años; de que en ese tiempo el proceso de privatización educativa ha sido grande tanto por el crecimiento de número de escuelas privadas como por la privatización de la escuela pública; coincidiendo con dos gobiernos panistas que han profundizado la privatización en la educación lesionando de manera particular a la escuela pública.
7. Eso pasó con los estudiantes en 1968 después de la brutal represión y matanza de octubre en Tlatelolco. Los más notables y oportunistas se vendieron al PRI y al gobierno por “un plato de lentejas” y siguieron allí sin el menor rubor; otros ingresamos como profesores en las universidades pensando ilusamente que allí –con nuestros partiditos marxistas- haríamos la revolución; pero el grupo más valioso, el más consciente e indignado, formó guerrillas urbanas y rurales con la esperanza de derrocar a la clase política que continuaba en el poder. La década de los setenta fue la de la guerra sucia porque miles de auténticos luchadores sociales murieron asesinados por el gobierno. Pero eso si, siempre tuvimos las argumentos necesarios para justificar nuestra posición política.
8. No sabemos lo que pasará. López Obrador nuevamente está en la orilla de la Presidencia. En 2006 lo despojaron de ella con la combinación de empresarios, medios de información, el PRI y el PAN. AMLO confía en que está arriba en las pocas encuestas honradas, pero no debe olvidarse que se están invirtiendo muchos millones de pesos en compra de votos, es decir, en regalos, dinero, promesas. Los electores deberían estar conscientes de esa realidad, pero no hay que olvidar que Televisa y TV Azteca controlan parte de la conciencia del pueblo mexicano. Si Televisa y el PRI se imponen a la mala quizá estén jugando al levantamiento del México bronco. Los únicos culpables de lo que pase sería la clase dominante.
Pedro Echeverría V.
http://pedroecheverriav.wordpress.com
pedroe@cablered.net.mx
No hay comentarios:
Publicar un comentario