Andrés Manuel López Obrador pisó con fuerza la colonia Echeverría, de Guadalajara.
Durante su segundo acto público en Jalisco, que inició con demoras, y el primero en la Perla Tapatía, el tabasqueño aseguró que, de ganar el 1 de julio, el México actual se transformará radicalmente, y “será un ejemplo a nivel mundial”, como ahora lo es Brasil en Latinoamérica, comparó el candidato presidencial.
Para lograr tal propósito, López Obrador instó a los presentes a convencer a cinco personas más sobre el “proyecto de inclusión” que él encabeza. Además, pidió que la representación de casillas durante la próxima jornada electoral no sea obviada, pues “casilla sin representante es casilla robada”.
Bajo un sol que, literalmente partía la tierra, el candidato prometió: “Vamos a ir casa por casa para incorporar a los jóvenes al trabajo y estudio. Así vamos a resolver la inseguridad y la violencia. No sólo con marinos, policías y amenazas de mano dura, ni tampoco, apagar el fuego con el fuego; vamos a combatir el mal con el bien”.
López Obrador cerró el mitin pidiendo “apoyo total” para el candidato a gobernador por el Movimiento Ciudadano, Enrique Alfaro Ramírez, a quien reiteró su respaldo, al igual que a los aspirantes al Senado, Esteban Garaiz Izarra y Carlos Lomelí, y a los abanderados a las alcaldías enrolados en el grupo afín al ex alcalde de Tlajomulco de Zúñiga.
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