Si
la gente así lo decide el primero de julio, nada va a detener el cambio
verdadero para el país, que significa tener un gobierno honesto, que actúe con
justicia, auténtica legalidad, sin autoritarismos, con respeto al Estado laico
y que acabe con la robadera que tanto daño ha hecho a México, aseguró ayer
Andrés Manuel López Obrador desde la explanada de la delegación Venustiano
Carranza.
Enseguida
convocó a informar y prepararse para cuidar los votos el primero de julio e ir
por el camino de la concordia. No queremos venganzas; queremos justicia, no
rencores, no odios. Vamos todos juntos a salvar a nuestro país, pidió. No vamos
a perseguir a nuestros opositores; habrá libertad plena, libertad de crítica,
de expresión, y garantizaremos el ejercicio amplio, sin ninguna restricción,
para todas las religiones del país, así como seremos respetuosos de los no
creyentes.
En
el templete escuchaba atento Alfonso Romo, uno de sus invitados a la asamblea y
a quien reconoció como el personaje que le ha ayudado a buscar acuerdos con el
sector empresarial del país, y quien más tarde, en entrevista, aseguró que,
como él, muchos empresarios cada día van conociendo en López Obrador a un
hombre congruente, austero, honrado, sincero y con un gabinete fuera de serie.
Dijo
estar totalmente convencido de lo que el candidato plantea para llevar a cabo
la verdadera reforma estructural de México. Somos amigos de la honestidad y de
la honradez. Atrás, sostuvo, quedó la confrontación, y muchos grandes
empresarios de distintas partes del país están cambiando, están estudiando, yo
creo que ahorita estamos todos en el mismo barco.
Durante
buena parte del mitin, Romo flanqueó junto con Miguel Torruco, propuesto para
ocupar la Secretaría de Turismo, a la esposa de López Obrador, Beatriz
Gutiérrez, cuando los tres fueron invitados por el candidato presidencial a dar
unos pasos adelante del grupo que lo acompañó en el templete, en su mayoría
aspirantes a cargos de elección popular federales, así como los dirigentes del
PRD, Jesús Zambrano y Dolores Padierna.
Esa
misma distinción la corrió después a la parte de su eventual gabinete que se
hizo presente en la asamblea. Excepto la escritora Elena Poniatowska, propuesta
para la Secretaría de Cultura, porque todo el tiempo permaneció abajo del
templete, mencionó además a Sergio Rodríguez Cuevas, Salud; Javier Jiménez
Espriú, Comunicaciones y Transportes; Bernardo Bátiz, procurador general de la
República; Jorge Eduardo Navarrete, Relaciones Exteriores, y Claudia Sheinbaum,
Medio Ambiente. Aunque no acudieron, también citó a Juan Ramón de la Fuente,
Educación Pública, y a Marcelo Ebrard, Gobernación.
Dijo
que este grupo trabajará “en un ánimo de conciliación, de unidad, buscando
sumar a todos a este propósito de rescatar a México. Y en mi gobierno –ofreció–
no habrá atropellos, despidos de trabajadores, como los del Sindicato Mexicano
de Electricistas, o para proteger a empresarios vinculados al poder, como
sucedió con Mexicana de Aviación. Tampoco injusticias, como las ocurridas con
mineros. Nadie estará al margen de la ley”.
Por
la noche, López Obrador se reunió con artistas e intelectuales, quienes le
pidieron que se manifestara por los pueblos que han sido afectados por la
delincuencia organizada. El candidato les explicó que hay tres maneras de
enfrentar la violencia: atender las causas, combatir la corrupción y que haya
gente honesta a cargo de la seguridad pública y la procuración de justicia.
Estuvieron,
entre otros, los escritores Laura Esquivel y Paco Ignacio Taibo II; los actores
Daniel Giménez Cacho, Dolores Heredia, Roberto Sosa, Julieta Egurrola y
Evangelina Sosa; el director teatral Luis de Tavira, así como Lilia Rosbach y
José María Pérez Gay.
Tomado del Periódico La Jornada, por Alma E. Muñoz
Martes 17 de abril de 2012, p. 8
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