En una reunión histórica al ser largamente esperada Andrés Manuel López Obrador se reunió ayer con los principales representantes del Consejo Coordinador Empresarial (CCE), organismo del sector privado que hace seis años desplegó una intensa campaña en radio y televisión para desprestigiarlo como “un peligro para México”.
En ese
entonces como hoy los particulares no pueden ser objeto de sanciones no
obstante que pagaron para esa campaña cerca de 180 millones de pesos y que
después de mucho tiempo y discusiones fue declarada como ilegal.
El autor
intelectual de esa campaña colabora
actualmente con Josefina Vázquez Mota.
No obstante
el precedente López Obrador decidió dejar de lado ese hecho que contribuyó al
fraude y dijo que él no vive en el pasado: “Yo ofrecí mi mano franca, queremos
la unidad, queremos la reconciliación”.
En otro
momento dijo que el CCE financió parte de la guerra sucia en su contra, pero dijo
no mostrar rencores: “Ellos ya saben lo que hicieron y que cada quien asuma su
responsabilidad… Lo que ocurre en México, esta grave crisis, esta tragedia
nacional se originó a partir de que no se respetó la voluntad de los ciudadanos
y se perpetró un fraude electoral”.
Sin embargo
a diferencia de otros actos apenas hubo diálogo. El objetivo señalaron ambas
partes fue reunirse pero acordaron integrar un equipo de trabajo para estudiar
las propuestas bilaterales y dar una respuesta formal a las preguntas del CCE.
López
Obrador no entró a polemizar con empresarios, cuyo sector ha estado vinculado a
intereses de la ultraderecha.
“Hubo
comentarios de lo que ocurrió en 2006, pero para dejar en claro que no hay
ninguna cuestión contra nadie”, señaló uno de los empresarios José Luis
Martínez.
A su vez,
el presidente del CCE Gerardo Gutiérrez, declaró después del encuentro: “No es
que sea un peligro (para México) o no, aquí lo importante es que se dio un acercamiento
necesario. El sector privado nunca va a estar en contra de ningún
gobierno que esté a favor de la productividad, la competitividad, el
crecimiento, la generación de empleo y de mejorar las condiciones de vida de
los mexicanos. Vamos a estar con el candidato que nos dé esas garantías".
Aún así Andrés Manuel López Obrador dijo que quedó claro que
hay serias diferencias respecto de la posición que tiene y la que defiende la
cúpula del empresariado mexicano en materia económica, como por ejemplo la
reforma laboral, pero “fue una buena reunión, en buenos términos, yo ofrecí mi
mano franca, queremos la unidad, queremos la reconciliación”.
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