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jueves, 16 de febrero de 2012

Un toque de pistache




Pedir a una persona que elabore una lista aleatoria de las cosas que más le gusten es una forma sencilla pero bastante certera de hacer un pequeño esbozo de ella, como si se trazara con una línea muy finita de lápiz los primeros contornos de una silueta. Blanca Miró va enumerando las suyas bajo esta, simplemente sus cosas preferidas : “Mi color favorito es el pistacho, pero más por el nombre que por el color en sí.
 Si se apunta este pequeño y definitorio listado y se tiene presente mientras se contempla la obra artística de Blanca Miró, se comprueba cómo estos elementos se convierten en constantes de sus ilustraciones, ya sea de forma estricta, en forma de inspiración o dando forma a su sentido del humor, que es algo que impregna absoluta y también definitoriamente todo lo que hace Blanca y que ella acota así: “Básicamente soy ilustradora. También me gusta tocar la guitarra y el ukelele.
 Su estudio está en Barcelona. El origen de (casi) todo es una mesa blanca y soleada presidida por palmeras, un ukelele con un montón de pegatinas de colores distribuidas por su caja, una máscara de alien, algunas fotografías de un viaje a Nueva York y las maquetas que Blanca construye y con las que replica lugares que ha ido conociendo (o imaginando) a través de sus viajes. Todos esos detalles están aquí, junto a las historias de Blanca sobre documentales de abducciones alienígenas, influencias artísticas y referentes de estilo que mantiene desde niña.

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