
Según la revista “Muy interesante”, no sirve de nada taparse el oído contrario cuando se está hablando por teléfono en un lugar ruidoso; la mejor estrategia es tapar el micrófono cuando no se está hablando.
Según la publicación podemos aprovechar la habilidad del cerebro para hacer a un lado señales diferentes: es lo que se llama el efecto coctel.
Si estamos en un lugar con mucho ruido, como una fiesta, somos capaces de identificar una voz entre el barullo que nos envuelve, gracias a que todos los diferentes ruidos no suenan igual. Todos estos ruidos se cuelan por el micrófono del teléfono y se regresa en el auricular. La solución es tapar con el dedo el micrófono mientras no se está hablando.
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