En su visita ayer en Tejupilco, Estado de México, Andrés Manuel López Obrador señaló la designación de Enrique Peña Nieto como parte de la corrupción de Arturo Montiel y que la televisión quiere imponerlo como Presidente, al fabricar un producto que no existe: "Lo que quieren es engañar al pueblo a través de publicidad, para imponerlo y seguir destruyendo al País, y ese engaño no se puede permitir, es un gran fraude, Peña Nieto es un gran fraude anticipado", arremetió.
El candidato de las izquierdas dijo que Peña Nieto llegó al cargo del Gobierno del Estado de México porque así lo decidió su antecesor, Arturo Montiel.
AMLO preguntó a la multitud si recordaban que Peña Nieto no ha leído ni tres libros, a lo que respondieron muchos: "¡No sabe leer!".
"Imagínense que no supo decir sobre tres libros, no ha leído nada, pero ese no es el problema, porque la mayoría de los mexicanos tampoco ha leído muchos libros, pero la gente es honesta, el problema de Peña Nieto es que es un reverendo corrupto, encarna la corrupción.
El candidato de la izquierdas aprovechó para afirmar que en realidad los 25 millones de pesos decomisados en Toluca, son "la punta de la madeja" de apoyos que tendrá Peña Nieto por parte de los gobernadores del PRI.
"Lo están haciendo en el Estado de México, Veracruz, Zacatecas, todo ese dinero que detuvieron en el Aeropuerto de Toluca (los 25 millones) es apenas la punta de la madeja, veremos esas cantidades en miles de maletas, hacen una vaca, hacen una recolecta con los gobernadores del PRI, todos le ponen para la compra del voto", precisó.
En Valle de Bravo, López Obrador afirmó que la maleta con 25 millones de pesos decomisada al Gobierno de Veracruz puede representar el escenario de compra de votos.
Sostuvo que “en diversas partes del País el PRI comenzó a elaborar listas de los más necesitados para repartir apoyos a cambio de su voto, por lo que los 45 días de receso antes de la campaña servirán para perfeccionar su plan”, esto, añadió. “ante la actitud poco enérgica del IFE para actuar contra esos abusos”.
En efecto, el decomiso constituye un mar de corrupción ya que es inconcebible que se hagan transacciones económicas de tal magnitud, lo que huele a la intención de no dejar rastro.
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