A los trabajadores de México:
En las últimas tres décadas se ha impuesto un modelo económico que ha sacrificado a los trabajadores mexicanos. Es evidente la pérdida del poder adquisitivo del salario. Los derechos laborales son ignorados y atropellados. Las conquistas sociales amparadas por la Constitución van desapareciendo mientras que la mayoría de las familias de los trabajadores padecen una drástica caída de sus niveles de vida.
La política económica actual ha desmantelado la industria nacional y ha privatizado sectores estratégicos de la economía nacional. La consecuencia ha sido el desempleo y los bajos salarios. La migración económica de millones de mexicanos, el trabajo informal, la subcontratación y las nuevas formas de trabajo precario, se han convertido en el distintivo de las relaciones laborales.
Por eso sostenemos que la crisis económica y social que vive nuestro país sólo podrá revertirse con un cambio de régimen político y de modelo económico. Nuestro proyecto defiende la soberanía nacional, promueve la participación activa de los ciudadanos y busca el bienestar de la población. Se trata de garantizar una vida digna para todos los mexicanos y derechos elementales al empleo, a la alimentación, a la vivienda, a la salud, a la seguridad, a la paz, a la educación y a la cultura.
Al llegar a la Presidencia de la República, estos son mis compromisos básicos con los trabajadores de México y sus familias:
1. Se respetará la legalidad en materia laboral. Se acatará la Constitución y se aplicará de manera estricta la Ley Federal del Trabajo. Se actuará con justicia, sin favorecer a nadie de manera facciosa; se va a desterrar el influyentismo y la corrupción en los juicios laborales; no se usará la ley para perseguir a dirigentes sociales ni sindicales. El nuevo gobierno escuchará a todos y aplicará la ley sin privilegios de ninguna clase, respetando siempre los derechos de los trabajadores
2. Se promoverá la democracia y la libertad sindicales. La Constitución y los tratados internacionales en materia laboral, obligan a respetar la voluntad de los trabajadores para organizarse en la forma en que mejor convenga a sus intereses. Debe desterrarse la simulación y la corrupción que se da en el ámbito estatal, patronal y sindical. La nueva institucionalidad que proponemos implica la existencia de sindicatos democráticos, representativos y autónomos de los gobiernos, patrones y partidos políticos. También contempla la rendición de cuentas y la transparencia en el manejo de las cuotas sindicales. Estamos seguros que el voto universal, directo y secreto en las elecciones sindicales y decisiones internas, impulsará la democratización de los sindicatos y los fortalecerán como instrumentos auténticos de los trabajadores.
3. Respeto a la vida interna de los sindicatos. No habrá injerencia del gobierno en la vida interna de los sindicatos, pero tampoco protección a caciques sindicales ni a líderes vitalicios. Se debe desterrar el corporativismo y el sindicalismo de protección que perjudica a los trabajadores y los subordina a poderes económicos y políticos, ajenos a sus intereses.
4. Promoveremos un salario justo y remunerador. Deberá cumplirse el mandato constitucional de que los salarios mínimos deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural, y para proveer la educación obligatoria de los hijos. Una prioridad de nuestro gobierno será buscar la recuperación del ingreso de los trabajadores. El aumento de los salarios siempre será por encima de la inflación. La estrategia de desarrollo que proponemos incluye el crecimiento económico, el fortalecimiento del mercado interno, el aumento de la productividad y de la competitividad del país, siempre acompañados del reparto de los beneficios a los trabajadores. Se protegerá el trabajo, la estabilidad laboral y las prestaciones sociales garantizadas en la ley; y se promoverá el empleo formal y bien remunerado. Asimismo, se adoptarán políticas para insertar a los jóvenes al mercado de trabajo y se protegerán los derechos de las mujeres trabajadoras y de los sectores vulnerables.
5. Desde el primer momento en que se dio la arbitraria liquidación Luz y Fuerza del Centro, nuestra postura ha sido en apoyo a las demandas de los trabajadores electricistas.
Por eso me comprometo a restituir el empleo y las condiciones laborales a todos los trabajadores electricistas que fueron despedidos injustamente. Asimismo, buscaremos una solución justa a las demandas del Sindicato Minero y de los trabajadores de Mexicana de Aviación.
Amigas y amigos: Reitero, el objetivo fundamental del nuevo gobierno democrático será garantizar el bienestar de la población y el derecho a un empleo digno, a la alimentación, la salud, la vivienda, la educación y la cultura para todos los mexicanos.
A eso seguiré destinando mi imaginación, convicciones, experiencia y trabajo.
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