La representación de la alta comisionada de la ONU en Derechos Humanos, solicitó al gobierno mexicano terminar con la impunidad en la zona carbonífera de Coahuila, porque a raíz de la tragedia de la Mina Pasta de Conchos, donde murieron 65 personas en febrero del 2006, se siguen registrando muertes en los llamados pocitos por falta de medidas de seguridad.
Jesús Peña, representante adjunto de la alta comisionada de la ONU en Derechos Humanos, dijo que el silencio que mantienen empresas mineras y gobierno en todos sus niveles, lo único que ocasionan es el enojo y desconfianza en la justicia de familiares y la sociedad.
“En detrimento de las normas internacionales que garantizan muchos derechos laborales, la prohibición del empleo de niños, la necesidad de que existan eficientes inspecciones laborales sobre las minas…”.
La familia Pasta de Conchos presentó un informe de cómo la impunidad, silencio empresarial y gubernamental, priva en la zona carbonífera de Coahuila.
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