Que doña Josefina vea como un contrincante fuerte a Peña Nieto es lógico, que se muestre con desdén hacia López Obrador podría considerase natural cuando se está sacudido por el miedo y eso es lo que hoy debe sentir la chaparrita.
Las derrotas que sufre Felipe Calderón llegan una tras otra. Es innegable que el triunfo de Josefina Vázquez Mota no resultó de su total agrado, como tampoco lo ha sido el hecho de que el gobernador de Guanajuato, Juan Manuel Oliva, lograra imponer a su candidato Miguel Márquez, por encima del protegido ex titular de Salud, José Ángel Córdoba Villalobos.
Sin embargo poco parece importar que el padrón de los panistas es como sus mandatos, oscuro; ninguno de lo que participaron en la elección interna tiene los mismos número y tampoco parece que la obtención de 277 mil 376 votos de ese registro sea para enorgullecer a nadie.
Los resultados están a la vista ya que Calderón obtuvo en su momento 160 mil 488 votos y durante 5 años de administración no logró convencer a los oponentes y tampoco mantuvo a los simpatizantes. ¿Cuáles son las cifras reales de ese padrón?
Dicen los cercanos a las altas esferas del panismo que tal registro cuenta con aproximadamente un millón 700 mil empadronados, lo cual hace aún más grave la situación de doña Josefa al conocerse que hubo, por un lado, un abstencionismo que rebasó el 50 por ciento y por el otro que no alcanzó sino escasamente poco más del 15 por ciento de votos a favor.
De ese tamaño, de esa dimensión es la inconformidad puesta de manifiesto por lo propios militantes de Acción Nacional. Ahora que, las entidades en donde los blanquiazules recibieron una mayor votación fueron Veracruz, el Estado de México, Yucatán, Guanajuato, Jalisco, Michoacán y Nuevo León, por lo que en la sede del priísmo se hacen evoluciones sobre la estrategia a seguir en esas Entidades que cuentan con un padrón electoral importante.
Que doña Josefina vea como un contrincante fuerte a Peña Nieto es lógico, que se muestre con desdén hacia López Obrador podría considerase natural cuando se está sacudido por el miedo y eso es lo que hoy debe sentir la chaparrita. Un pánico terrible de quedar en el registro como la primera mujer abanderada para la presidencia por una de las tres fuerzas políticas más importantes del país y derrotada estrepitosamente hasta llegar a un último sitio pese al dinero invertido y a las movilizaciones y acuerdos realizados.
Porque habrá que hacer notar que para alcanzar esos apenas 277 mil votos de un padrón de más de millón y medio gastaron un dineral en promociones. Ya desde ahí podemos medir que tan caro, carísimo nos resulta este remedo de democracia que nos venden día con día.
El miedo hacia el tabasqueño radica en que poseen las pruebas que demuestran hasta donde llegó el manejo del programa OPORTUNIDADES para lograr adquirir votos que le permitieron a Calderón hacerse de votos, lo cual se puso en marcha en combinación con las negociaciones que el difuntito Abascal llevaba a cabo con los gobernadores priístas para que operaran a favor del michoacano.
Lo anterior no es sino una mancha más de las que acompaña a la presunta candidata ya que fue exhibida por Ernesto Cordero por su ausentismo en la Cámara, por su escasísima votación en las sesiones de suma importancia, por la mala imagen que como legisladora ha dejado. Sí también el solo hecho de titular un libro “Dios mío, hazme viuda…. “ habla de sentimientos que nada tienen que ver con la autoestima, la bondad, la seriedad, sino más bien revelan un apetito sangriento, necrófilo, muy adecuado para seguir adelante con el sembradero de cadáveres iniciado por Calderón.
A todo esto que ya de suyo es muy grave habrá que sumarle que a Calderón se le volvieron a subir a las barbas los del “yunque” al lograr imponer como candidato en Jalisco a Fernando Guzmán, fiel seguidor del cardenal retirado Juan Sandoval Iñiguez con quien hará campaña del brazo.
Así que por un lado el “yunque”, por el otro Los Templarios quienes en Guanajuato hicieron público, para que no quede dudas, que solo manda el clero y el narco aceptaron la tregua propuesta por el Arzobispo para no cometer acciones criminales durante la estancia de Benedicto XVI en esas tierras, y ya para colofón son otros los que dictan las reglas del nuevo panismo. Así que, sin duda, el michoacano estará cierto de que en el extranjero lo esperan sin los brazos abiertos.
Lilia Arellano, Revista EMET
Febrero 8, 2012
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