La Secretaría de Gobernación anunció que
impulsará un conjunto de acciones para que las asociaciones religiosas
(iglesias) promuevan entre sus feligreses el derecho al voto libre, secreto y
universal.
La dependencia precisó que “se divulgará
entre ministros y jerarcas religiosos el marco legal vigente en la materia para
evitar conductas que puedan constituir actos de proselitismo en favor o en
contra de candidatos o partidos”.
Sin embargo, para Elio Masferrer, experto
en religiones y profesor-investigador de la Escuela Nacional de Antropología e
Historia, la instrucción de Gobernación es “ilegal y ambigua”.
Lo anterior se debe a que “la Constitución
prohíbe al Estado inmiscuirse en la vida de las asociaciones religiosas y en
ninguna parte de la Ley de Asociaciones Religiosas y Culto Público se ordena a
las dependencias del Poder Ejecutivo dar indicaciones de ese tipo”.
Masferrer, miembro de la Asociación
Latinoamericana de Estudio de las Religiones, ha hecho un importante estudio
sobre el crecimiento de las religiones en México.
La semana pasada la Iglesia católica llamó
a salir a votar sólo por partidos que se ajusten a sus principios, y para ello
difundió una “guía del voto”, con nueve puntos a tomar en cuenta antes de
votar, sobre todo a favor de partidos que “estén a favor de la vida”.
Si bien –dijo Masferrer– en el periodo de
hegemonía priista había acuerdos de facto con los jerarcas religiosos para que
desde el púlpito invitaran a la gente a votar, y posteriormente empezaron las
expresiones de la Iglesia católica de que un buen cristiano no debía sufragar
por los partidos que protegieran actos ilícitos, ahora Gobernación se adjudica
atribuciones fuera de la ley. “Está claro que la Iglesia católica ya le tomó la
medida”, expresó.
Ahora Gobernación aprovecha esta postura
para convocar a las iglesias a promover el voto, lo que significará una
apertura para que el clero católico, bajo ese pretexto, empiece a quebrantar la
ley.
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