De frases ridículas para la historia de algunos políticos; Calderón no es la excepción

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Hoy por la tarde, Felipe Calderón Hinojosa reconoció que su presente administración de gobierno ha sido omisa en algunos temas.

Aparentando una visible conmoción al recordar y con la voz entrecortada citó por ejemplo, cuando en el 2005, en campaña, hizo un compromiso con el señor Martín Santiago García, mismo que hoy cumplió al entregar un tramo de 24 kilómetros entre Cuetzalán y Mazatepec.

Reconociendo omisiones de gobierno y sin precisar a cuáles se refería concluyó su participación en la entrega de la obra diciendo que  "cumplirle a la gente pobre, no tiene precio”.  Que tarde lo reconoce y cumple algo que, para empezar, debería ser prioridad en su programa de gobierno. En definitiva, esta será alguna de tantas frases ridículas de nuestros gobernantes.

A continuación, cito algunas que me vienen a la memoria, no por ser de las más importantes, porque puede haber más, ya que en esto nuestros políticos se promocionan solos:

“Antes estábamos al borde de un precipicio… ahora hemos dado un paso al frente” Luis Echeverría Álvarez  (1970-1976)

“Defenderé el peso como un perro”  José López Portillo (1976-1982)

“Tengo menos amigos de los que dicen, y más de los que esperaba” Carlos Salinas de Gortari (1988-1994)

“A veces el Presidente de la República es el último enterarse de lo que pasa” Vicente Fox  (2000-2006)