Arriba, a la derecha, con sombrero, Amado Orihuela, de 57 años de edad; abajo, de 33 años, Manuel Martínez Garrigós. Ambos buscan la candidatura del PRI a gobernador de Morelos. El joven supera al viejo en las encuestas, y la izquierda se frota las manos esperando una ruptura priista para invitar a Martínez Garrigós ya que el candidato "izquierdista", Graco Ramírez, nomás no levanta.
Ha expresado la columna Trascendió de Milenio este viernes 30 de diciembre:
"Que el ex alcalde priista de Cuernavaca Manuel Martínez Garrigós entró en conversaciones con liderazgos de izquierda en Morelos, donde se renovará la gubernatura. Lo extraño es que diversas encuestas colocan al joven Martínez Garrigós al frente de los aspirantes de su partido, además de que entre las autollamadas fuerzas progresistas el senador Graco Ramírez está bien colocado. ¿Entonces?".
¿Entonces? Pues nada que la izquierda, secuestrada en Morelos por el chucho Graco Ramírez, tan conservador como cualquier militante del PAN, al ver que Garrigós, doctor en derecho, avanza en las encuestas, juega a ver si el PRI comete el error grave de no postularlo para favorecer el líder cañero Amado Orihuela, un priista de la vieja generación que por más dinero que gasta no logra quitarle a Manuel Martínez Garrigos el liderato en los sondeos.
Los rostros de Garrigós, de 33 años, y de Orihuela, de 57 años de edad, exhiben el dilema que el PRI no alcanza a resolver: sigue siendo el viejo partido autoritario que los jóvenes quieren reformar pero sin atreverse a marginar por completo a los dinosaurios.
Por eso, la izquierda de Morelos, consciente de que con Graco Ramírez no gana, se frota las manos esperando la ruptura en el PRI.
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