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La foto que acompaña a esta nota la tomé de El Norte de Monterrey y la información que aquí comento también.
Resulta que Carlos Salinas de Gortari, para muchos el jefe de jefes de la mafia política que hay en México, volvió a su rancho de Agualeguas, Nuevo León, ubicado cerca de la zona fronteriza de Tamaulipas con Estados Unidos.
Y, obedientes, hasta allá fueron a dar los gobernadores de Nuevo León Rodrigo Medina, y de Tamaulipas, Egidio Torre.
Los dos mandatarios, como debe ser, fueron a Agualeguas a presentarle sus respetos a don Carleone... perdón, a don Carlos.
Estuvieron presentes, también, dice El Norte, el senador y vicepresidente de TV Azteca, Jorge Mendozam y el compadre de Salinas, Enrique Regules.
"Salinas arribó al Estado por la mañana, aseguró un informante, e inmediatamente se dirigió a Agualeguas para descansar en el Rancho El Guajolote".
En la reunión participaron también los hijos del expresidente, Carlos Emiliano y Juan Cristóbal Salinas Occelli.
"La comida servida en la reunión consistió en cabrito, agujas, arroz y frijoles, y de postre hubo glorias", dice El Norte.
Y dice más: "Trascendió que, en la sobremesa, los principales temas de conversación fueron la política y el proceso electoral en el País, en particular la elección del priista Enrique Peña Nieto, abordándose también las acciones de la Sedena en la región".
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