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jueves, 22 de diciembre de 2011

Peregrinación de reliquias ¿ estrategia Iglesia a favor PAN ?






3ª parte

El 21 de agosto pasado el presidente acudió a la nunciatura apostólica para dar el banderazo de salida a la peregrinación de las reliquias, que consistían en una cápsula con sangre del beato, así como algunas de sus suntuosas vestimentas que usó en vida y que ahora llevaba puestas un muñeco de cera que representaba al llamado "Papa viajero"


(Proceso 1817).
Dice Masferrer:

"El peregrinaje de las reliquias lo utilizó la Iglesia como un termómetro para medir su poder de convocatoria en distintos puntos del país. Esta peregrinación y la visita del Papa son parte del mismo proyecto."
–¿Qué se pretende finalmente con dicho proyecto?
–Conseguir el voto de centro-derecha en las próximas elecciones presidenciales. Esa es la pretensión del Vaticano y del PAN. Ese voto abarca una franja muy amplia en la que abrevan principalmente el PAN y el PRI, aunque también en menor medida otros partidos políticos.
–¿De qué porcentaje estamos hablando?
–Según nuestras encuestas, aproximadamente 60% de la población es de centro-derecha. Pero no es un bloque homogéneo. Tiene sus matices. Por ejemplo, hay votantes de centro-derecha que son acendradamente católicos; otros, en cambio, son más inclinados hacia lo laico. También hay quienes jamás votarían por un candidato de izquierda. Lo que ahora intenta el PAN es utilizar al Papa para ganarse todo ese espectro de electores, blindarlo a su favor para que no haya fuga de votos hacia otros partidos.
–¿Es viable este proyecto?
–Sí, pues aquí el PAN y la Iglesia conforman prácticamente un bloque, al compartir posturas como el rechazo al aborto, a la eutanasia, a los matrimonios entre personas del mismo sexo, o al propugnar por una educación católica, entre otros puntos en común que los unen históricamente.
"Así, gracias a su alianza con la Iglesia, el candidato panista, sea quien sea, le llevará ventaja a Enrique Peña Nieto, el principal aspirante presidencial del PRI y quien está haciendo grandes esfuerzos por ganarse el voto católico.

"Pero Peña Nieto está entrampado. Si se pone demasiado clerical pierde votos laicos, y si se pone demasiado laico pierde votos católicos. Junto con algunos obispos mexicanos, entre ellos el presidente del episcopado, Carlos Aguiar Retes, Peña Nieto fue al Vaticano a ver a
Benedicto XVI y se sacó fotos con él, que hizo circular profusamente.

Fue un espectacular golpe mediático y un gancho al hígado para el PAN. "Luego Peña Nieto anunció que iría a Roma para asistir a la beatificación de Juan Pablo II, celebrada el pasado 1 de mayo. Pero desistió a última hora. Ese nuevo viaje al Vaticano ya le pareció a su partido un exceso de clericalismo. Y quizá también hubo maniobras del gobierno calderonista que le impidieron a Peña realizar el viaje.

"El PRI no es el PAN. En el tricolor hay una tradición jacobina y laica que no le permitirá a Peña Nieto aliarse abiertamente con el clero, pese a que, según acaba de ventilarse en los medios, el precandidato priista prometió a la jerarquía católica reformar el artículo 24 constitucional para que se permitan actos religiosos fuera de los templos."

Respecto a la izquierda –abunda Masferrer– es muy difícil que pueda capitalizar electoralmente la visita papal, aun con el nuevo discurso sobre el amor que acaba de adoptar el otrora aguerrido Andrés Manuel López Obrador, su precandidato presidencial.

También recalca que durante las campañas presidenciales, el pleno de obispos suele citar a cada candidato para que externe su postura en torno al aborto y el matrimonio gay, entre otros temas espinosos que interesan a la jerarquía. Con la visita del Papa –dice– este incómodo interrogatorio cobrará mayor relevancia y tendrá más reflectores.

Y agrega:
"En el fondo, Benedicto XVI no quiso ir a la Ciudad de México para no toparse con el jefe de gobierno capitalino, Marcelo Ebrard, quien despenalizó el aborto y legalizó el matrimonio gay. ¡Imagínese!, una foto de Marcelo entregándole al Papa las llaves de la ciudad. ¡No! ¡Es inconcebible!
"Además, la arquidiócesis de la ciudad de México está a cargo del cardenal Norberto Rivera Carrera, quien fue amigo y abierto defensor de Marcial Maciel, actualmente repudiado por el Papa y el Vaticano.
Maciel ya se convirtió en un lastre.
–Pero el cardenal Rivera acaba de estar en Roma, y allá declaró que es posible que el Papa venga a su arquidiócesis.
–Sí. Estuvo como cuatro semanas en El Vaticano, muy probablemente cabildeando para que el Papa vaya a su circunscripción eclesiástica.

Pero el cardenal ha quedado al margen por su cercanía con Maciel, por sus oscuros negocios a costillas del culto guadalupano y porque ha sido un fracaso como pastor. ¡No convoca fieles! A sus misas dominicales en catedral irán unas 200 personas, la mitad son los guardias de seguridad que llegan con sus familias. Sus misas no despiertan ni siquiera la curiosidad de los turistas que deambulan por el Zócalo, mucho menos el fervor de los fieles.

"Otro de los factores que influye para que el Papa no venga a la Ciudad de México son las movilizaciones de repudio a las que podría quedar expuesto. Grupos feministas, organizaciones a favor de la diversidad sexual o indignados por la pederastia sacerdotal pueden fácilmente manifestarse en el Distrito Federal. Benedicto XVI ha sido muy cuestionado en sus viajes por los países europeos. El Vaticano no quiere que esto se repita en México."
–¿Entonces no es la altura de la ciudad lo que le afecta?
–Claro que no. Si realmente fuera la altura no estarían planeando un evento en el Cerro del

Cubilete, que está a 2 mil 500 metros sobre el nivel del mar. Tampoco lo traerían en el caluroso mes de marzo, ni mucho menos lo llevarían después a la ardiente primavera cubana.

El investigador insiste en que todo forma parte de "un pacto" para llevarle votos al PAN, en el que se incluye la publicitada misa guadalupana a la que asistirá Calderón, programada para este domingo 18 en la Basílica de Guadalupe.

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