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Pues ya tiene Enrique Peña Nieto al enemigo en caso. Su archirival Manlio Fabio Beltrones al fin logró tirar al ya expresidente nacional del PRI, Humberto Moreira, ciento por ciento aliado de Peña Nieto, para dejar al frente del viejo partido autoritario a alguien absolutamente leal al senador sonorense, Pedro Joaquín Coldwell.
Experiencia política tiene de sobra Pedro Joaquín, y no hay duda de que la usará para sabotear en todo momento a Peña Nieto.
Beltrones no quedó satisfecho con la forma en que Peña Nieto le ganó la candidatura presidencial, se puso a operar, noqueó a Moreira, puso a uno de los suyos y hará todo lo que pueda, sobre todo negociar con Felipe Calderón, para descarrilar el tren en el que parecía viajar sin problemas el esposo de la Gaviota.
División en el PRI. Qué buena noticia para Andrés Manuel López Obrador.
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