CULIACÁN, 21 de diciembre.- Ernesto Cordero, precandidato del Partido Acción Nacional (PAN) a la Presidencia de la República, reiteró su invitación a Enrique Peña Nieto, aspirante priista al mismo cargo, a debatir sobre economía.
Previo a la reunión que sostendría con la dirigencia estatal del PAN en Sinaloa, el ex secretario de Hacienda y Crédito Público señaló que durante los gobiernos priistas los mexicanos sufrieron las consecuencias de muchas crisis económicas.
En entrevista, Cordero Arroyo dijo que esos problemas derivaron en más pobreza y devaluaciones de la moneda nacional.
El precandidato panista llegó a Culiacán con un pastel de chocolate, con una vela con el número 17, que simboliza, explicó, el aniversario del error de diciembre de 1994.
En entrevista, Cordero Arroyo dijo que esos problemas derivaron en más pobreza y devaluaciones de la moneda nacional.
El precandidato panista llegó a Culiacán con un pastel de chocolate, con una vela con el número 17, que simboliza, explicó, el aniversario del error de diciembre de 1994.
Dijo que el pastel se lo enviaría a su adversario político priista Enrique Peña Nieto.
Asimismo, sostuvo que si el ex gobernador del Estado de México coloca sobre la mesa la situación económica del país, le enviará el pastel para recordarle lo que desató la crisis económica en el país en 1994, cuando en la Presidencia estaba el PRI.
Rechazó que tenga una campaña de desprestigio contra el candidato del PRI a la Presidencia, “pero sí es bueno recordarle a la población que los gobiernos emanados del tricolor no tuvieron capacidad para conducir económicamente a la nación”.
En cambio, aseguró que las administraciones gubernamentales surgidas del Partido Acción Nacional han dado mejores condiciones a las familias, como más empleo y acceso a créditos, entre otros.
NTX.
Precisamente ese acceso a créditos sin restricciones provocó la crisis de 1994. Son falsas señales de bonanza: poder comprar con dinero que no se tiene y para el que no se han creado las condiciones que permitan ganarlo. Por el contrario, toda la plusvalía producto del trabajo termina en los bancos, alta burocracía vía impuestos y/o transnacionales que nos venden muy caros los alimentos y productos básicos (peor los no tanto).
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